Vida y obra histórica

En este espacio dentro de esta página, solo buscaremos narrar con nuestras palabras la vida y obra de innegables personajes que hacen a los Históricos, se perpetuarán anécdotas de toda índole, repasaremos sus comienzos, cuando todavía el destino no los había situado en el olimpo de incorregibles héroes carentes de catagelofobia y aptitudes futbolísticas. Aquí podrán opinar, acotar datos, pero sobre todo, emocionarse con los infortunios históricos, porque en cualquier parte y en cualquier momento donde haya un penal errado, un pase que queda corto o unos guantes resbaladizos, es en ése instante donde el espíritu de los Históricos se está haciendo presente.

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Nombre: Luciano

Apellido: Sider Siderman

Apodos: Sider, Jefe, Gordo.

Lugar de Nacimiento: Corrientes Cap, provincia de Corrientes.

Puesto: Volante central (5)

Cuadro: Hace falta? Para algún despistado: River Plate

Frase típica: “Eeeh bostero puto, cagon!, aguante river!”

Luciano fue el mentor, el padre de la criatura. Los Históricos nacieron, para bien o para mal, gracias a su mente enferma de River Plate y que respira fútbol como todos nosotros. En alguna tarde de Educación Física (o sea, Fobal) empezó a ponerle motes a sus amigos y compañeros, estos seudónimos eran nada mas y nada menos que futbolistas consagrados, ahí germinó todo. Capaz, su primer desliz fue expresarle “Hernán Díaz” a Ciro o “Pipa Gancedo” a Karata, luego de algún festejo de gol inocente y desatinado de Lucas plagiando a Salas, llego ese apodo para el Cabezón y así fueron cayendo, uno a uno, apoyado en el aguante colectivo de un grupo con una seria inclinación hacia lo delirante e irracional. Él, se auto-proclamo “Astrada”, por puesto (???) y gusto, lo cual, tras ver que los demás proporcionaban rienda suelta a su desfachatez, termino siendo “El Jefe”.

Siempre se lo recordará mucho más por su contribución fuera del campo que dentro del mismo. Las incontables noches en boliches que sacaba a relucir su chapa de guía grupal hacia la alucinación futbolística, acompañado de los históricos presentes. En esas opacas noches, Se conmemoraban goles, frases y momentos del fútbol argentino. Desde “no te va a contestar!!, pero si no me contesta es un hijo de puta” hasta la ya popular (gracias a los Históricos y no a Timoteo) “así querés salir campeón?”.

Hoy por hoy reside en Buenos Aires aunque no deja de hacer inspecciones a la ciudad donde se oculta la mística histórica.

Una de éstas visitas, es el recordado fin de año del 2002, ésa noche muchos de los Históricos se hicieron presentes en el ágape que se realizaba en el domicilio de un reconocido político correntino. El problema surgió cuando la masa, que esperaba para entrar al convite en cuestión, comenzó a extralimitarse en dimensiones y tras ver que las puertas del recinto permanecían cerradas, emprendieron el ancestral e ilustre “empuje”. Esto llevó a puteadas de minas y hombres de cuerpo menudo que eran pisoteados por la muchedumbres, lo cierto es que dicho esfuerzo era totalmente anárquico hasta que, el Sr. Sider encabezó el cántico mas certero y útil de su gestión como “entusiasta bardero”, éste decía “abran la puerta la puta que lo parió, abran la puerta la puta que lo parió…” y así circularmente. Tras la réplica triunfante de la multitud, el éxito no se hizo esperar, a los 5 minutos toda ésa gente que estuvo soportando las injurias (???) de los organizadores de dicho evento, se encontraban dentro, medios magullados, con alguna camisa huérfana de botones, pero con la felicidad de haber ingresado sin abonar la módica suma de 10 pesos. Ésa noche, por más que nadie se acercó a agradecerle, un puñado de Históricos no pecaron de ignorantes, porque siempre supieron que Luciano había sido el que originó dicha batahola, la cual, fue la llave a una fiesta sin cargo.

Como jugador no se destacó demasiado, mas allá del afecto que le tiene al fútbol, lo que a él le atraía era el show casi a niveles mediáticos (cacarear faltas, gritar frases ajenas, dar indicaciones). A la hora de jugar su torpeza se mezclaba con la indecorosidad de sus movimientos. Pese a esto pudo patentar una jugada, muy inteligente, se trata de la conocida “acompañada”, esto es: Contrario avanza con pelota dominada y Sider de frente sede el paso girando el cuerpo sutilmente para su costado, dejando que el rival escape pero para el ojo normal habrá parecido que el forjó todo lo posible para detenerlo.

El gol nunca fue su fuerte, su demarcación en el campo lo mantuvo siempre lejos del área rival, sumando que no patea tiro libres, ni su altura le permite ser una garantía en los tiros de esquina, hace que, su relación con el tanto convertido sea el abrazo a sus compañeros y nada mas. Sin embargo, los que marcó, se los recuerdan fácilmente, especialmente uno que hizo en Costa Sur en un partido de noche frente al equipo de Tenaza (popularmente distinguido como el conjunto de “La bandera negra”) ése día, a los Históricos que entraron a la cancha, no les nació ni una idea. Ya cuando el partido estaba sepultado con una derrota contundente, Luciano se paró de delantero centro, recibió un envió de Karata y logró lo que nadie pudo aquella noche, ponerla al lado del palo y sumar un poroto para un equipo que enfatizó el exterminio del juego (tanto propio como del rival). También (El dato fue acercado por el mismísimo Karata) se dice que inscribió un gol de mitad de cancha en la Chacra a no se quien y, contra el mismo contrincante, uno de taco en la Sociedad Italiana, pero como mas trascendente y depurado en técnica nos quedamos con el de Costa Sur.

Cuenta la leyenda que en su ultimo año de secundario, Sider, encontró su mejor nivel durante dos semanas del mes de Agosto (luego lo perdió, no se sabe muy bien en donde) en los partidos en la Chacra y bajo la dirección técnica de Walter Chapo logró, en aquel desliz del tiempo, ser el mejor numero cinco (y único) del Colegio Yapeyu. Como nunca fue un asiduo corredor, su volumen y andar cansino le facilitaron el saber ubicarse en el campo, lograr pases precisos de 3 metros y si bien no robaba muchas pelotas (no nos engañemos a ésta altura) mantuvo un nivel parejito que le valió para llegar al seleccionado del colegio y jugar algún que otro partido como “Internacional Colegial”, se lo recuerda, también, porque, al igual que Walter Perazo, Sider nunca erró un penal (ojo, tampoco pateaba tantos).

Como nota de color, quedó en la retina de la parcialidad histórica la jugada en la cual, Sider, logro detener el tiempo cuando “corrió” una pelota que se aproximaba a velocidad “Lucas” a la línea de gol, Luciano iba detrás y nunca llegaba, ni la pelota a ser gol, ni “El Jefe” a sacarla. La jugada descripta por Enrique Macaya Marquez como “La dormilona” fue en un espacio de metro y medio y duró aproximadamente 14 minutos… todo fue ciertamente muy lento, pero al final la salvo.

Para el anecdotario popular, el Sr. Aristi, acercó una historia que no podía quedar fuera, en un conocido boliche de la capital del carnaval, Luciano, Maxi, Aristi (entre otros) se encontraban bailando cuando “The boss” (y no nos referimos a Bruce Springsteen) saco del bolsillo dos tarjetas (si, la amarilla y la roja) y comenzó a amonestar y expulsar minas de la pista de baile, mientras el Sr. Altamirano lo camiseteaba, a él y a las minas, fue una oscura parodia histórica que no podía quedar fuera de esta crónica.

Siempre fiel a su querido River Plate, al cual lo acompaña a todos lados, comenzó con Lucas allá por el 2000, compartieron juntos muchos tablones, donde el Cabezón supo tratarlo tras sus infinitos lamentos y sufrimientos en la popular. Luego hizo grupo en el Monumental y es miembro de una peña Riverplatense, lo sigue a River a todos lados (pese a que se haya roto los ligamentos y que por un tiempo no pudo caminar muy bien, pese a que una vez, marchando a Rosario con la hinchada, lo cagaron a tiros y casi lo matan) En fin.. Un tipo que reside más allá del fútbol, mucho más allá, demasiado.