Nombre: Jose AugustoApellido: Karatanasopuloz
Apodos: Karata, Sinatra, Checho, Pelusa, Alpargata, Nebraska, Pipa, karola, karanka, etc.
Lugar de Nacimiento: Corrientes Cap, provincia de Corrientes.
Puesto: Cental izquierdo, Medio Centro Defensivo, Medio por izquierda, Medio organizador, Lateral izquierdo, etc.
Frase típica: “Moooneeeeeedaaa!!”, “Adriaaaaaaaannn!!” o “Hay birooooooome, gillette, porta documentooooo!”
Éste momento iba a llegar, indefectiblemente. El señor Karata debía ser homenajeado al igual que lo fueron los demás Históricos. Si bien jamás podremos abarcar toda su vida (se trata, nada más y nada menos, que de un personaje de otra galaxia, con todo lo que esto connota y denota). De todas maneras, me tomé la osada tarea de encarar cierta descripción, donde se enunciarán sus andanzas, desde cuando se codeaba con el alto standing del mundillo futbolero hasta el insinuante y elíptico camino que supo recorrer con sus Toppers rojas por las sombras del Yapeyu.
Karata fue siempre un tipo que, conciente de su ensimismamiento, buscaba resaltar. Cuando el grupo de amigos estaba calmo, él recurría a alguna onomatopeya con un mensaje atroz y alborotador, si un partido de fútbol contenía un carácter serio, él, con gestos poco felices (como hacer la mímica de quitarse el cinto) generaba un desmadre total, o si alguna agraciada hembra le declaraba su amor (o calentura) nuestro amigo optaba por no platicarle mas, en si, Karata eternamente fue, lo que se dice, un jugador diferente.
Una de sus tantas anécdotas es la vez que, según informadores, en el campamento realizado por el colegio Yapeyu en Caá Catí, se realizaba cierto barullo, y nuestro agasajado se levantó de la carpa envuelto en un mantel, alegando que no podía dormir, que el resto de “lo chico” debían callarse, y al ver que la situación le era desbordante, comenzó a gritar “mooneeeeeeeeeeeedaaa!”, en si, de no creer.
Conocida es también la anécdota, cuando en el Paso, Diegol, Peri, Guille, Lucas, Tulio y el señor Karata ingresan al drugstore de una YPF a las 5 de la mañana con el fin de comprar algo para saciar la sed, se recuerda que había gente, las cuales podemos catalogar “normales”, sentada en las mesas, desayunando, tomándose un copetín o comiendo una medialuna. Fue ahí, cuando a “Josecito”, mientras buscaba en las heladeras con Lucas algo para beber, le dicen el resto de los Históricos “Agarráte una Fanta nomás…” y si, enfrente a todo el gentío presente, que charlaban silenciosamente mientras se escuchaba FM Class de fondo, el mostro viejo de Karata contesta a los gritos “Esa no! que tiene toda caracha en el fondo!”… las risas nos obligaron a abandonar rápidamente el recinto, solo pudimos comprar una Sprite y un paquete de Mana. Se corre la bola que ninguno de los presentes esa madrugada en la YPF volvió a ingerir Fanta, no por la caracha sino por el recuerdo bestial de éste muchacho y su grito tan desacertado.
Historias que lo envuelven de lleno, desde hazañas futbolísticas hasta varios “mano a mano” con minas que las tuvo a su merced, pero él, les perdonaba la vida.
Sus noches de jarana se dividían entre un vino caliente (intomable) y baladros desubicados. Los partidos de fútbol lo colocaron más de una vez como figura o banderola del equipo. Con un tranco cansino, pasos de garza y un depurado puntinazo, hizo escuela en las canchas correntinas, su buzo gris o la inolvidable remera de Patoruzu vestido como hincha de River, la camiseta de Aldosivi o la del valencia con el dorsal “3”, el “chor” tipo bermuda, la barba semi afeitada y tantas otras cosas, son ciertos iconos futbolísticos que dejó éste muchacho a lo largo de los años.
Debido a un desempeño regular y por ser el único zurdo con serio entusiasmo por el “fobal”, jugó todos los años del secundario en el seleccionado de Walter Chapo, destacándose en cúmulos de partidos, pero, por algún que otro impulso, siempre terminaba dando “que pensar”, salvando las distancias, Karata es lo mas parecido a, por ejemplo, Walter Samuel. Cuando uno está convencido de que es un excelente jugador, una jugada insólita o un error grosero incita la rectificación. Tiene cualidades enormes, pero las enlaza con pifies infantiles que hacen dudar sobre sus condiciones. Sin embargo y pese a esto, siempre fue el Histórico que mejores partidos ha jugado a lo largo de su escueta y flaca carrera. En la retina de muchos quedó aquella final contra “El Na cio nal” (o Comercio, no recuerdo) de Challenger, la cual, se jugó un sábado por la mañana (nobleza obliga a destacar un gol mío, gracias totales) el partido finalizó 2 a 2, pese a que Banegas hizo todo lo posible para que el Yapeyu pierda aquel partido, sin embargo, fiel a su costumbre, fracasó en su cometido en los 90 minutos, no así nuestro ídolo Karata, que además de robarle un gol a Lapertosa (algo parecido a lo que le hizo a Lucas en un 5 a 2 a Ferroviario), en la definición por penales, falló el suyo y el Yapeyu perdió la copa, igual, “Lo bancamos a muerte”, Si Román erró el suyo contra el Arsenal, si Djukic lo malogró contra el valencia y privo al Depor de ganar la liga (Bebeto = Cagon), si tantos grosos fallaron, ¿Por qué Karata no podía hacerlo también? Esto no quita que, debido a su torpeza, nos haya hecho gozar de una derrota y dejarnos con las manos vacías.
En el pasado quedó el regordete que vagabundeaba las baldosas del club Tenis, el mismo que discutía con Pipo sobre River mientras se clavaba un plato de ravioles con tuco, ni que hablar de aquel ganador de torneos de paddle, en fin, de aquel morrudito purrete no nos queda nada. Ahora se trata de un licenciado en administración de empresas, flaco (o más que antes), laburador (en Aguas con una eminencia que fútbol correntino ¿?¿?¿?¿?) y, por si esto fuera poco, contrajo matrimonio ya hace tiempo, si bien sigue despuntando el vicio de vez en cuando, al fútbol, hoy por hoy, lo vive mucho mas como un acérrimo hincha de Boca Unidos y no tanto como el fanático del club de Nuñez o aquel habilidoso jugador clase B que supo ser.
Enrolado en otro contexto y olvidando su pasado de alborotador, éste “Caminante” sigue suelto, más sumiso, pero atentos, en cualquier momento, si oyen un alarido mal situado o registran las fragancias de alguna Topper roja, sabremos que nuestro amigo está de vuelta.
