lunes, abril 10, 2006

Vida y obra histórica - 4ta entrega: Lucas


Nombre: Lucas

Apellido: Rivelli

Apodos: Cabezon, Salas, Shileno, Tortu, etc.

Lugar de Nacimiento: Capital Federal, Buenos Aires, Argentina.

Puesto: Delantero, ¿Media punta?

Frase típica: “ah mira!” o “Es como vos pero puto”




Muchas personas optan por darse por vencidas en ciertas facetas de la vida, las cuales, por diferentes motivos, no logran jamás destacarse. O cuantas veces hemos escuchado la frase “Es de sabios, también, saber cuando decir basta”.

De cualquier manera, el caso de éste jugador fue diferente, por motivos misteriosos y puramente febriles, nunca obedeció ni quiso entender las enseñanzas de la vida, encaprichándose en que, el fútbol, debía ser su deporte y lugar en el mundo.

Delantero voluntarioso de dudosa técnica que supo combatir con una inexplicable capacidad para hacer goles, Lucas mostró siempre garra y empuje, pero el fútbol continuamente faltaba a la cita.

Irrumpió en Los Históricos de la mano de Sider, quien le proporcionó un sitio en el “club” más acorde a sus condiciones: Los Históricos. Debido a que pasaba un momento amable con la red, y más aún, cuando por esas imprevisiones de la vida, paralelamente, en River Plate explotaba la figura de Marcelo Salas, el osado señor Sider no escatimo recursos y apodó al Cabezón con el nombre del ex delantero trasandino.

Nunca se sintió cómodo en ningún puesto, ya que el hecho de tener que correr le generaba cierta pereza, tampoco el fútbol se sentía a gusto teniéndolo en los campos de juego, pero eso no le preocupó jamás a nuestro amigo perseguidor de infinitos imposibles. A continuación haremos un breve repaso de su escueta, discutida y devaluada trayectoria:

  • Su primer contacto con el esférico fue allá por sus lactantes 4 años, aún vivía en el barrio de Vicente López, cuando desinteresadamente encontró en la terraza de su casa un balón, posiblemente del vecino, ese día lo marcaría para siempre, ya que al querer devolver la pelota por sobre la medianera de la casa, su lanzamiento fue una postal de su futuro futbolístico: el pequeño esférico pegó en el borde de dicha tapia, cayendo dos pisos e inutilizándose por las espinas de un palo borracho de la calle Domingo Faustino Sarmiento.
  • El enero de 1987 azotó con crudas temperaturas a la capital del país, para ese entonces, Lucas, despilfarraba sus días en una de las tantas e inconfundibles colonias de verano, ésta se llevaba a cabo en el club municipal de Vicente López, allí protagonizó varios hechos sin importancia alguna, pero redimiremos uno solo, en un cotejo de balompié jugado por niños de 6 a 8, sin importar como ni porque, y mientras que la jauría de infantes corría tras el balón, el Cabezón (si, ya lo era pese a sus 6 añitos) mientras se distraía con vaya uno a saber que, y luego de una serie de rebotes, se encontró frente a la portería rival (entiéndase: Chupa-arco), su inestable remate, que solo mordisqueo la pelota, se coló junto a un par de zapatillas que simulaban ser el poste derecho. Fue su primer roce con la gloria, mas que roce, fue un pifie.
  • Tantas expectativas se crearon en este chico (???) que el año del mundial de Italia, lo halló iniciando su excursión en tierras correntinas. Debido a sus amigos del primario, a los jueguitos electrónicos de fobal (como el Goal o el que se veía de arriba y uno jugaba con un equipo de camiseta roja (no se recuerda el nombre) ) y un acercamiento abrupto a la primera división gracias a Pasarella y a su queridísimo River Plate, éste muchacho se fanatizó al máximo con todo lo que tenía que ver con el maravilloso deporte, muchos se preguntarán: ¿Mejoró en su juego?....mmm, algo, su paso por el Yapeyu e infinidad de partidos y clásicos jugados con los Históricos y “otra gente” dejó muchísimos goles, alguno de buena factura, alguno que otro de “falta directa”, pero no da ni para tirar ningún tipo de cohetes, o en todo caso, un chasquibum y listo.
  • Su vuelta a Buenos Aires, para emprender la carrera universitaria, lo unió al año siguiente al Sr. Sider, en sus andanzas por los estadios, acosando a River Plate. Se hicieron socios, y compartieron muchísimas butacas, colectivos, trenes y ¿Por qué no? tablones, choripanes, la rudeza policial en canchas aledañas, la discrepancia y hostilidad de las hinchadas visitantes, pero, sobre toda las cosas, mas alegrías que desconsuelos. Allí, en su estadía universitaria, Lucas, conoció a Petrecca, Pablo, Chelo, Dani y Martín, entre otros. Con ellos participó en numerosísimos partidos, y en dos torneos de futsal, en uno de ellos, hasta casi surge goleador, claro que, lo que no se explica, es que en aquel torneo pugnado en el mismísimo barrio de “Little Horse” (Caballito) (donde el equipo “Todo un palo”, poseía todo el plantel en Vicente López, cosa que para ir a jugar, se obligaban a tomar un tren y dos subtes, todos los sábados, por la mañana y a veces por la tarde, lo que se dice, unos maniáticos por el fútbol) nuestro queridísimo equipo que lleva el nombre de un himno de Los Redondos, en su primer partido, se encontró con el rival mas virulento, fantoche y sombrío que el universo del balompié conmemore. Todo un palo venció 28 a 1, y ése día, el Cabezón, inscribió 25 tantos, con eso, mas otros 10 en 5 partidos, robó de lo lindo y se regocijaba en los laureles que siempre le fueron esquivos (de haberse abrazado a la gloria, no sería parte de los Históricos). Una rotura de meniscos, ligamento lateral interno y la distensión del cruzado anterior, lo alejó de las canchas por un período de casi seis meses. El medico le dijo “mira pibe… si harías deporte de alta competencia, yo te digo que te operes, pero en tu caso… que ni te toquen la rodilla, haces rehabilitación y chau pinela”. A los 5 meses y algo, pesando tan solo 77 kilos, ya estaba sordeando nuevamente por el verde césped sintético, el mismo que le había hecho “crack”... la rodilla, aquella fría noche de miércoles en julio del 2002.
  • Luego partiría hacia Europa, a España, mas precisamente a Santiago de Compostela, allí jugó diversos encuentros, conoció las mieles del éxito al ser reconocido y bautizado como “Pibe” por el mero hecho de ser argentino. No hizo demasiado por el fútbol español, pero asumió un rol de medio-centro y por esas agraciadas muecas que tiene el destino, logró destacarse en un par de partidos con gallegos de precarias ganas y dudosas condiciones para el deporte. Se exilió 6 meses en Irlanda, participando en partidos con muchedumbre de todos los escondrijos del mundo, “Tiré una pared con un chino, deje atrás a un polaco y pateé con todo, el arquero ingles no pudo evitar que la pelota se vaya afuera…ah! y un francés me puteo porque no se la pase” nos cuenta nuestro amigo, confortado por aquellas experiencias.

Se dice que tornará a su país en no mucho tiempo, esto acumula tantas expectativas como cuando Moner volvió del fútbol nipón. Pero ya se lo verá, mas oxidado que antes, con escasas ganas de correr (si, aún menos), malhumorado porque “la caprichosa” se niega a entrar, en fin… ya lo verán nuevamente al Cabezón, organizando algún fulbito olvidado, con Históricos y gente maja de este deporte.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

yo no le robe el gol contra ferroviario en cancha de yapuyu. la pelota quedo muerta en la linea y yo le di desde distacia co alma y vida.
el gol fue totalmente mio.

Anónimo dijo...

las mejores pizzas del mundo se comian en su posada del paso, compartiendo una coca junto a sergio

Anónimo dijo...

es un imprudente del futbol, yo antes de conocerlo lo marcaba cuando jugabamos en lo de chapo, y el bestia siempre me pisaba

Anónimo dijo...

El 28 a 1 fué contra un equipo de cuadriplégicos?

Anónimo dijo...

NO TE OLVIDES LUCAS QUE YO EN ESA FINAL JUGUE UN PARTIDO DESCOMUNAL E HICE UN GOL EN EL PATIDO.
SI MARADONA Y EL ENZO ERRARON PENALES POR QUE YO NO PODRIA HACERLO.

Anónimo dijo...

POR QUE NO AMPLIAS LA INFO ACERCA DE AQUEL MARAVILLOSO EQUIPO QUE CONROMAMOS EN 1998 Y LO TUVIMOS DE HIJO AL EQUIPO DEL PARAGUAYO LEGAL(BLACK FLAG)
TAMBIEM HABLA DE TUS PELEAS CON EL.

Anónimo dijo...

gracias totales

Anónimo dijo...

entre karata ciro y luca se han vivido emociones muy grosas

Anónimo dijo...

no te me pongas balin h. dias

Anónimo dijo...

ES IMPORTANTE CONTAR EL RESTO DE LOS HISTORICOS LA ANEDOTA DE EL DIA QUE INGRESAMO A METAL CON UNA BOTELLA DE LICOR DE DULCE DE LECHE Y UN PAQUETE DE GALLETIAS.