Vida y obra histórica - 5ta entrega: Franco

Nombre: Franco Felipe

Apellido: Invern

Apodos: Franchela, Francachela, Placente, Pelo de bola, etc.

Lugar de Nacimiento: ¿Corrientes? ¿Rosario? Que importa…

Puesto: Algo por derecha..

Frase típica: “…………………………..”

¿Defensor? ¿Medio campista? No importa, medio pelo para abajo, casi pelado. Haber pasado varias tardes en su casa, haber crecido bajo el manto piadoso del mismo colegio y ser amigo de su hermano, logró muchas cosas, pero una fundamental, estar al tanto de su sangre.

Este muchacho de físico pequeño y pelo rizado, tuvo actuaciones considerables en cotejos de carácter estrictamente amistoso (jugando, por ejemplo, contra sus amigos), talvez esta fue la razón de que le hayan dado algo de “cabida” en convocatorias contra rivales de poco vuelo pero con algún aire de partido “importante” para los Históricos. Nunca fue una gran estrella, mas bien, se lo podría definir como una nube. A pesar de todo esto supo inscribir una jugada, que solo él y el señor Karata pueden llevar a cabo, se trata de un fornido puntinazo que, en contradicción del credo popular, éste si cuenta con una orientación bastante fortuita: siempre iba entre los tres maderos. Dicho hecho, que se solía dar con insistencia en partidos intrascendentes, lograba que se lo tilde de “pecho frió culo roto”, por dos razones, la primera, capaz que acrecentada por su amistad con Pomelo,(máximo exponente de la frialdad) y por su condición de “hincha” de Newell´s, la segunda, porque muy pocas veces se vio un tipo con tanta suerte a la hora de golpear el esférico.

Autodenominado como “numero 8”, Francella deambulo por la secundaria sin demasiado éxito en el deporte del balompié, logrando incidir solo en el último año de colegio, cuando las dos mejores fecundaciones que supo tener el Yape ya habían egresado.

Siendo el mayor “deportista” de su familia, nunca se vio cegado por el fútbol (tampoco este con él) a pesar de todo, le gustaba, claro que sin complicaciones y, a diferencia de la mayoría de los chicos de 15 o 16 años, él sí podía posponer cualquier partido si encontraba cosas mas atrayentes para hacer, por ejemplo, aeromodelismo.

En el ocaso de los noventa y en los primeros pasos del nuevo milenio, intervino en varias salidas y encuentros de los Históricos, supo transitar las sombras y canchitas Correntinas con gente de la talla de Vítor, Karata, Sider, Alvare, Ciro y Lucas, entre otros.

Una pubalgia lo relegó un tiempo de los terrenos de juego, luego se recuperó, pero no del todo bien, según informaron sus compañeros. Aunque ya hace rato que postergó el deporte a la quinta o sexta actividad gracias a un noviazgo que concibe hace varios años, al cual agradecemos, ya que no solo lo hace muy feliz, sino que le acarreó una panza prominente y un look algo mas acorde a un tipo el cual, el fútbol, nunca fue trascendental en su vida. Al mismo tiempo, se volcó de lleno a su laburo y se olvido de todo, de todo. Un Histórico de ley, si te gusta bien y sino, también.