lunes, mayo 22, 2006

Archivo Histórico: “El Iraní”

El departamento de investigación de Los Históricos F.C retomó la pesquisa de la leyenda del fútbol sobre los que la escriben. Fue el día de ayer que uno de nuestros pupilos (residente en Zurich, Suiza) nos mandó la gacetilla informativa semanal, destacando un descubrimiento afín a estos días previos a la copa del mundo.

Adjuntado al informe venía ésta pagina olvidada, la cual, fue encontrada por un bombero ruso en el exploro previo a la implosión de un viejo edificio en las afueras de Kiev. Se cree que dicho documento fue adquirido, en mayo de 1978, en el mercado negro de Bratislava por un bolchevique amante del balompié, que pudo saltarse las imposiciones colocadas por la cortina de hierro con tal de que su nieto, un cosaco lactante, pueda disfrutar de sus ídolos.

El documento en cuestión, no es mas ni menos que una pagina del álbum de figuritas del mundial Argentina 78, el cual, hoy por hoy, vale su peso en oro, aunque nuestro amigo moscovita lo haya intercambiado por un par de monedas y dos litros de leche de cabra.

El descubrimiento se vuelve aún más valioso al encontrar, en una de las fotografías destacadas, un apellido conocido por todos nosotros. Es así que, logramos corroborar que el desconocido jugador de la selección de Irán, Abdul Karata, que figura en el ángulo inferior izquierdo de la imagen, fue un tío abuelo de nuestro amigo José Nicasio Karatanasopuloz.

“El Iraní” como le decían sus amigos del barrio, nació y se crió en Jesteen, un distrito humilde de Teherán. Su abuelo, Julius Irving Karata, lo llevó a probarse al “Ali Va-va!” y quedó, para despilfarrar alegría y goles en la demarcación de segundo delantero. Luego su abuelo, por problemas contractuales con la Juventud Unida Iraní, debió exiliarse en Grecia, se cambió el apellido, de Karata a Karatanasopuloz, y formó una nueva familia, de donde proviene la rama de José Nicasio.

Abdul, por su parte, hizo carrera como futbolista, a los dos años de llegar al Ali va-va! fue tentado, gracias a su perplejo nivel, por varias escuadras del medio oriente, y fue la oferta del Hiklana Artur de los Emiratos Árabes la cual mas lo sedujo. Ahí prevaleció durante cuatro temporadas hasta que el Rotor de Viena se hizo con sus servicios, en el equipo de la capital austriaca jugó seis temporadas, además, defendió los colores de su seleccionado por mas de siete años. Un dato curioso envuelve a Abdul Karata, es que éste puntero fue el primer caso que tuvo la FIFA sobre aquellos jugadores que, tras haber defendido los colores de un país, son palpados por otra nación para vestir su casaca. La historia cuenta que a mediados de 1975, la selección griega intentó “ficharlo” para su equipo nacional, alegando que su abuelo, Julius Irving Karatanasopuloz, poseía la ciudadanía helénica. La subsecretaria de la UEFA y las federaciones de los dos países involucrados debatieron durante semanas en la oficina central de la FIFA, fue un caso que ocupó las primeras planas de los diarios mas importantes del mundo, tras vivir momentos de muchísima tensión entre ambas naciones (se habló de una confrontación a nivel bélico, mientras Abdul se amparaba expresando “yo solo quiero jugar a la pelota”), el Karata-gate disfrutó su desenlace pocos minutos pasada la media noche del 4 de octubre de 1975, tras el comunicado de la FIFA donde retribuía la confianza y el derecho a Irán para que siga contando entre sus filas con dicho jugador.

Así fue que “El Iraní” siguió defendiendo los colores de su país, luego llegaría la copa del mundo de Argentina, en la cual Irán no hizo un papel destacable (ni mucho menos) y Abdul solo se dio el gusto de marcar los únicos dos goles de su selección en dicho mundial.

Los años pasaron, y ya en su retiro se dedicó a entrenar a las divisiones inferiores del equipo que le abrió la puerta hacia el estrellato, el Ali Va-va!.

A mediados de los años 90 y a los 55 años de edad, Abdul encontró la muerte de una manera trágica, luego de haber estado ofreciendo una clínica sobre “tiro libres y centro atrás” en Baku (Azerbaiján), el ferry que lo transportaba por el Mar Caspio desde dicha ciudad hacia las costas de Krasnovodsk (Turkmenistán) se vio cubierto en los fustigues de un tifón, el navío sufrió una vuelta campana y Abdul perdió la vida al igual que el resto de los viajantes y toda la tripulación.

Nadie le quita lo bailado a éste personaje entrañable de antaño del fútbol mundial, el cual, tiene en Corrientes a un lejano familiar que no solo es vulgarmente conocido como el apellido de Abdul, sino que también el parecido físico es realmente increíble.

Gracias a nuestro informante, y seguiremos indagando en los confines y confites del mundillo futbolero.


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